Buenas tardes soñadores,
¡Ya está aquí octubre! Y con ello una nuevo libro que comentaros, uno a mi parecer bastante esperado, que desde el día de ayer ya lo podéis adquirir en todas las plataformas y en cualquier librería.
Es lo último de Whitney G traído de la mano de Phoebe Romantica, quienes como siempre realizan un sorteo previo para aquellos blogs que no podemos esperar el ansia hasta el día de su venta. Por lo que este fin de semana lo he pasado devorando Mi jefe otra vez.
Antes de meterme de lleno en su secuela quiero haceros un previo de como nos quedamos en Mi jefe, por lo que si sois de los que aún no habéis leído el primero, es mejor que no continúes leyendo o encontraréis ciertos spoiler, aunque tengo que deciros que si habéis leído su sinopsis ya os lo habéis hecho vosotros solos. Por lo que os invito a quedaros.
Pero ahora lo importante, acabamos Mi jefe con esa reconciliación entre Claire y Jonathan y sobre todo con grandes planes para su futuro juntos, aunque antes de finalizarlo su autora nos dejo vislumbrar que eso no iba a ser todo y que la felicidad de ambos iba a peligrar con la vuelta del exmarido de Claire.
Es a partir de ahí cuando su secuela comienza, de hecho saltamos en el futuro unos 8 meses, donde encontraremos a una Claire inmersa en su negocio de decoradora de interiores, viviendo con Jonathan, el excéntrico y controlador CEO de Statham Industries y con una vida tan idílica que solo puede ser mejorada con las campanas de boda.
Su relación no ha cambiado, no vamos a descubrir nada nuevo entre los dos, sino que seguiremos en la misma línea en donde Jonathan es un obsesivo del control, celoso y con poco flexibilidad en lo que concierne a Claire. Ella por el contrario, intentará seguir haciendo ver a Jonathan que su actitud llega a ser exagerada, pero siempre sin mucho futuro, ya que se dejar llevar por la última palabra que él dice. Pero si tengo que decir que ha habido momentos en la historia en la que Claire me ha parecido una auténtica aprovechada de la posición que ahora ostenta, una vida llena de lujos en donde quien paga sus caprichos es Jonathan, como puede ser la exagera y pomposa boda que ambos no dudan en preparar.
Pero si hay algo que me ha encantado ha sido la apareciendo del exmarido, Ryan, que junto con su nueva esposa y ex mejor amiga de Claire, Amanda, se han instalado en la misma ciudad. Y como vulgarmente dicen el mundo es un pañuelo, por lo que el encuentro entre los tres no se hará esperar, dejando a nuestro querido Jonathan fuera de juego y es que Claire dice haberlo superado pero veremos como muchas de sus reacciones distan a decir lo contrario.
Será todo caos y locura, llegando a afectar a la relación de nuestros protagonistas. Aunque en sí todo fuera previsible, lo que si que no me esperaba era las últimas páginas ¡Menuda bomba nos espera! Y es que hay mucho drama, drama y más drama. Un final de novela que dará un giro inesperado, y menos mal que su autora no se dejó llevar por los sentimientos y el buen hacer, sino por todo lo contrario, y es que hay cosas que quizás se pueden perdonar, pero otras son totalmente imperdonables.
Mi jefe otra vez es la secuela de Mi jefe, en donde su autora nos ha dejado vislumbrar como será la vida entre Claire y Jonathan, una convivencia plena con sus altibajos y con un pasado que a veces viene a pisar más fuerte.
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