miércoles, 29 de abril de 2015

El hombre en busca de sentido




El doctor Frankl, psiquiatra y escritor, suele preguntar a sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos: «¿Por qué no se suicida usted?» Y muchas veces, de las respuestas extrae una orientación para la psicoterapia a aplicar: a éste, lo que le ata a la vida son los hijos; al otro, un talento, una habilidad sin explotar; a un tercero, quizás, sólo unos cuantos recuerdos que merece la pena rescatar del olvido. Tejer estas tenues hebras de vidas rotas en una urdimbre firme, coherente, significativa y responsable es el objeto con que se enfrenta la logoterapia. Prisionero, durante mucho tiempo, en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. ¿Cómo pudo él que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de vivirla? El psiquiatra que personalmente ha tenido que enfrentarse a tales rigores merece que se le escuche, pues nadie como él para juzgar nuestra condición humana sabia y compasivamente.




Opinión personal:



Ya sé lo que pensareis soñadores, este libro no tiene nada ni de juvenil ni de actual ni nada por el estilo, pero primero he de confesarme. El hombre en busca de sentido es una novela que tuve que leerme para mis estudios de Pedagogía, y al principio lo cogí por su llamativo titulo, ¿Qué querría decir? ¿Buscar el sentido en campos de concentración? ¿Entender sus vidas? ¿Campos de concentración y psicología? ¿Cómo podría hilarse todo esto sin ser un libro de carácter de investigación?


Este libro a mi parecer es mucho, mucho más de lo que su sosa portada puede expresar, pero con ese título… realmente impactante.


La novela comienza de una manera muy personal, Viktor, su autor, relata el comienzo en el que fue hecho prisionero y llevado a uno de los primero campos de concentración por los que pasaría, es aquí cuando Viktor se empieza a dar cuenta que en esta vida las decisiones que uno toma son realmente fundamentales, todo nos conduce al aquí y al ahora, y él mismo lo va demostrando desde elecciones que le salvan la vida una y otra vez, a hechos aislados como que dentro del grupo de prisioneros este bien valorado.



También se trataran los temas de cómo ellos sobrevivían sin caer en la locura o desesperación, y es que como todos podemos presuponer la mayoría, tras aguantar humillaciones y otras atrocidades, deciden quitarse la vida.


No solo los ofrecerá su punto de vista, por supuesto siempre en primera persona, sino también la de sus carcelarios, aquellos que no tienen ningún tipo de clemencia, haciéndonos entender algunos hechos, igualmente aislados, en los que han sido ayudados, y por supuesto lo que sucederá en el culminó de la guerra, cuando finalmente serán libres.


A partir de ahí, y quizás la parte que menos os podría interesar, habla sobre su modelo de vida, la logoterapia, en la que da una serie de directrices de en qué consiste, os diría que tras leer su parte más histórica dejarais el libro, pero de verdad que lo que se cuenta a continuación, no como modelo psicológico, sino como personas nos podría ser muy útil a ver la vida en el día a día, porque en el fondo lo que realmente importa son esas pequeñas cosas y nuestras propias metas.



Espero que os haya gustado aunque no sea lo que habitualmente estáis acostumbrados a leer de mi, por supuesto ¡Espero vuestras opiniones! ¿Os ha interesado este tipo de libros? 





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