Este fin de semana pasado culminó la Feria del
Libro y como todos los años, es hora de hacer un balance, de destacar su parte buena y su parte
mala.
En estas cuatro semanas en donde gran cantidad de autores
pasan por Madrid se presenta la ocasión especial de conocerles, de verles un
poco más de cerca e intercambiar opiniones e ideas.
Personalmente baje para ver a ciertos autores, pero me
sorprendió encontrar a otros cuántos con los que no dude en hablar o comentar
alguna que otra cosa.
Ahora y ya entrando en materia, ante todo avisando que lo que
comento es una mera opinión, tengo que decir que se me han caído de ese
maravilloso pedestal algún que otro autor ¿Por
qué? Porque creo que han olvidado incluir en estos momentos sus
sentimientos, sus ilusiones y sobre todo su trabajo, ese combo de cosas que no
serían posibles sin los lectores, aquellos que le dan una oportunidad a salir
de anonimato en el que viven.
Pues bien, la decepción que me he llevado con alguno de ellos
ha sido grande que espero que a partir de ahora no influya a la hora de leer
más obras suyas. Todos pensaréis ¿qué ha
pasao aquí? Para empezar ya sabéis que las colas que se forman en este tipo
de eventos son interminables, de horas y horas, bajo un sol justiciero y aún seguimos
manteniendo todas nuestras ilusiones, ahora ¿para qué? Para recibir un trato
escaso, escueto y con poco fundamento, soy la primera en reconocer que puede
resultar pesado y hasta cansino el ofrecer este trato tan personalizado pero
¿Hola? Vives de ello, es a lo que querías dedicarte y no todos tienen las
mismas oportunidades, bien pues este concepto parece haber sido olvidado,
pasando a mejor vida y ofreciendo como dije antes, un trato poco personal
basándose simplemente en poner la típica firma y la típica foto de rigor. Pero
lo que realmente me hizo más gracia fue el hecho de intentar sacar tema a la
propia autora (sí, desvelado es una
mujer) cuando tendría que ser ella quien tuviera ganas de conocer las opiniones
de sus lectores. Después de esa firma y esas horas al sol me lleve la sensación
de ¿para qué había bajado? Qué necesidad tienen los lectores de bajar si esto
es lo que van a recibir.
En este tipo de temas siempre me he considerado bastante comprensiva, pero lo del domingo pasado crispó mis nervios y no podía menos que compartirlo con vosotros, saber que opináis o si en verdad soy la única que se ha sentido así. Comienzo a darme cuenta que son demasiados autores a los que la fama y el reconocimiento público ha hecho que pierda la esencia que les ha marcado desde un principio y ante todo, no quiero generalizar, porque como os comento abajo, me encontré con otros autores que aún siendo reconocidos saben valorar a todos aquellos que se acercaron a saludar.
Por lo que tengo que ser honesta y deciros que esta ha sido
la única sensación mala que me he llevado, por el resto estoy encantada de que
siga habiendo autores que se paran, te preguntan y sobre todo que te muestren
ese entusiasmo por lo que hacen, esas, son las mejores, así es como se disfruta
de estas semanas rodeados de libros.
¿Y las vuestras como
fueron?
¡Hola! Te he nominado para participar en el Liebster Award. Te dejo el enlace de la entrada para que veas de qué va: http://mivientoes.blogspot.com.es/2016/06/liebster-award.html
ResponderEliminarUn saludo.