Buenas tardes soñadores,
Es martes de reseña y en esta
ocasión vengo muy ilusionada en contaros mi última lectura. Ha sido de estas
novelas de las que no encuentras el momento indicado para ponerte a leerla, a
pesar de tenerla en pendientes desde que salió ¡y voilá! Ha sido un fin de
semana llena de emociones, pero no adelantemos acontecimientos, vayamos paso a
paso. De momento os dejo la portada.
Enséñame a dibujar sonrisas es lo último autopublicado de la
autora Cherry Chic que salió el pasado septiembre y que a muchos ya ha
enamorado con su historia y sus personajes. Volvemos a este estilo tan propio
de la autora que hace que desde el principio nos mantenga pegados a sus páginas,
una historia sencilla pero llena de emociones.
La historia comienza de la forma más divertida y rocambolesca que os podéis imaginar. En urgencias. Sí, sí
habéis leído bien. Ambos personajes se conocerán esperando al médico de
urgencias, en una sala llena de otros pacientes y sentado uno al lado de otro
comenzará a fluir la conversación. Y lo que a primera vista podría suponer como
un encuentro casual sin más importancia, tomará otro cariz cuando Carmen se
lanzará a la piscina tras encontrar a Gabriel en Facebook. Si hay algo que
tengo que destacar es que desde el mismo instante en la sala de urgencias ya
los personajes se habrán colado en vuestro corazón, o por lo menos ya os harán
pasar un buen momento.
Si deciros que tanto Gabriel como
Carmen son dos personajes muy complejos, otro matiz muy característico de la
narrativa de Cherry Chic, que no perderá el ritmo de ofrecernos de primera mano
la visión de cada uno de ellos: sus actitudes, pensamientos y sobre todo de sus
pasados. Veremos página a página como ellos han enfrentado la vida desde dos
perspectivas totalmente distintas, por lo que prepararos para un choque de
mundos que no os dejará indiferentes. Por un lado tenemos a Gabriel, toda
alegría, positivismo y divertido hasta le médula, para mí ha sido ese arcoíris que
entrara poco a poco a ese mar de negrura en donde vive nuestra protagonista,
Carmen, quien será todo lo opuesto. Una mujer encerrada en su mundo, poco
sociable y con miedo al dejar entrar a alguien más en su vida por los prejuicios
a los que tendrá que enfrentarse.
La evolución de ambos personajes se
hará junto a un elenco de personajes secundarios que a cual más alocado, entre
los que sobre todo hay que destacar a Raúl, el primo de Gabi y a Juani, el
compañero de trabajo de Carmen. Pero tampoco podemos olvidar al resto del grupo
de amigos de Gabriel, quienes abrirán sus vidas a Carmen, haciéndola ver que no
está tan sola y por supuesto que nadie le juzgará.
Esto último a lo que he hecho referencia
será uno de los temas principales que se tratará a lo largo de toda la novela.
Inseguridad, miedo al rechazo, prejuicios y un sinfín de sensaciones que
incluso nosotros mismos como lectores en ocasiones nos tenemos que enfrentar. Y
es que el pasado que trae Carmen ha dejado una huella imborrable que
dificultará desde un inicio la relación con Gabriel, a pesar de que él
intentará por todos los medios hacerle ver que no todo el mundo es igual. Pero
si hay algo que no me esperaba, era totalmente el pasado que arrastra Gabriel,
una fachada perfectamente construida que en cuanto sepamos la verdad se nos
encogerá el corazón, removiéndonos las emociones que ya arrastrábamos.
La forma de narrar que tiene la
autora las experiencias, pensamientos y sentimientos de cada uno de ellos es lo
que hace que esta novela sea tan auténtica y tan visceral. Una realidad que no
es ajena, ya que cualquier podría haberla vivido, eso hará que conectemos aún
más con los personajes.
Otro punto a favor de esta historia,
ha sido que desde el inicio veremos como la relación de ambos se va cociendo a
fuego lento, dándonos tiempo primero a que la relación se asiente para luego ir
tomando otro cariz más intenso.
Quizás el interés que tenia de esta
novela también se deba a que todo lo que he llegado a leer de Cherry Chic
siempre me ha encantado y como era de esperar me ha encantado de principio a
fin, he adorado a todos y cada uno de los personajes. Sí aún no habéis leído nada
de esta autora os animo a que lo hagáis, pues casi todas sus novelas tienen esa
combinación entre el drama, comedia y romance que hace que se vuelvan
totalmente adictivas.
Enséñame a dibujar sonrisas es una novela con una combinación perfecta
que os hará disfrutar de principio a fin y ya os digo que os dejará muy buen
sabor de boca.