¡Buenas noches, soñadores!
¡Juernes! Ya no queda nada, el viernes asoma por una
esquinita y los planes comienzan a surgir, ¿Muchas cosas que hacer?
¿Qué es lo que toca? ¿Qué tocará?
Y es que esta sección no sería posible sin todos vosotros, soñadores que me leéis, sin todos los autores valientes, que cada vez son más los que se suman a esta iniciativa, y de la que espero que sigáis participando como lo estáis haciendo, y ahora fuera sentimentalismos, que me emociono, toca presentaros hoy a…
MIRIAM BEIZANA
Miriam Beizana Vigo nació en A Coruña, el 20 de agosto de
1990, de madrugada. Fuera, un tren devoraba las vías. Posiblemente fue el
primer sonido que escuchó en su existencia.
Administrativa y camarera de profesión. Estudiante de
Literatura por la UNED. Ávida lectora y fanática escritora, desde su más tierna
infancia escribió relatos, puñados de borradores de novelas y ensayos
personales. Sin embargo, es ‘Marafariña’
la primera obra que se decide al fin a auto publicar.
También realiza críticas de cine y literatura en su blog personal:
miriambeizana.blogspot.com
¡Así que
ya estáis tardando!
Marafariña es su primera novela, y esperemos que no la única que publique esta auotra, aunque aún no he tenido el placer de leerla, creo que no tardaré en hacerme con ella, y es que las críticas que podéis encontrar por red, hablando muy bien de ella, por lo que sin más dilación…
Marafariña es un lugar infinito que no termina nunca, pues
jamás ha tenido inicio. Es un trocito de paraíso terrenal, un bosque de un
intenso color verde vivo, un cielo gris y lluvioso, o una tierra eternamente
humedecida de la que brota vida de manera incansable. Es un claro brillante y
hermoso, secreto y solitario. Es un río que emite un tintineo hipnotizante y
fresco. Es una playa anhelante de la unión entre la arena y el mortal Océano
Atlántico. Es, también, una Iglesia abandonada sin Dios. Una tarde soleada,
pero dominada por el intenso frío. Es una hoguera que quiere penetrar en la
noche. Es la oscuridad más pura, y es también la luz más brillante.
Marafariña es un sentimiento, una sensación, unas raíces, una manera de darle sentido a la existencia, o de quitárselo de la misma forma. Es una fuerza atrapante, musical, fuerte e invencible.
Marafariña es un regalo de una Galicia con esencia propia,
con su propia alma y su propio espíritu. Marafariña es una aldea que carece de
ataduras a su alrededor. Que no necesita a nadie, que tiene un corazón que late
por sí solo, que está fuera del mundo real, que está fuera de todo lo conocido.
Porque Marafariña es un paraíso desconocido.
Ruth siente un vínculo especial, esotérico, con Marafariña.
Su propio corazón, su latido, es inherente al propio pulso de una Marafariña
que la ha acompañado siempre, en cualquier faceta de su vida. Apenas ha
necesitado nada más para sobreponerse a su compleja situación personal: toda su
existencia está sometida a unas poderosas y restrictivas creencias impuestas
por sus padres, a raíz del fallecimiento de su hermano mayor. Enfrascada en una
vorágine de obligaciones, siguiendo el camino estipulado sin replantearse
ninguna de sus pautas, sobrevive enfriando sus sentimientos y anulado sus
deseos o su curiosidad.
Sin embargo, la llegada de Olga a la solitaria aldea parece
desbarajustar el equilibro y la paz de Marafariña y de la propia Ruth, como si
repentinamente, la inmutabilidad de la Naturaleza del lugar y de la muchacha se
resquebrajasen como las otoñales hojas secas. A partir de entonces, el virginal
bosque de emociones en el que vivía Ruth, se ve surcado por millones de nuevos
caminos, nuevas posibilidades y nuevos sentimientos, que le provocan un
doloroso, a la par que hermoso, despertar personal.
Solo puedo decir que quiero conocer Marafariña, ¿Vosotros no? Quiero conocer la aldea donde viven nuestras protagonistas, y sobretodo quiero conocerlas a ellas.
Ya con la sinopsis podemos ver que nos envolveremos en el
mundo de Ruth, un mundo lleno de creencias religiosas, que con la muerte de su
hermano, y la llegada de Olga, dará un giro de 360º, y llegará el momento de
enfrentarse a nuevos caminos, al autodecubrimiento personal con el fin de
crearse a uno mismo, porque muchas veces no es que todo lo que nuestros padres
nos enseñan, sino que debemos abrir nuestra mente a situaciones y
acontecimientos nuevos, porque somos nosotros, así como Ruth, la que tenemos
que tomar decisiones, que en ocasiones nos llevarán a situaciones buenas o
malas, pero lo que sí está claro es que hay que encontrar nuestro camino, es
hora de andar solos…
No pinta mal la autora. No la conocía de nada. A ver si la veo por ahí.
ResponderEliminarUn saludo.
Además es majisima ;).
Eliminar