martes, 24 de noviembre de 2015

La Restauradora



¡Buenos y fríos días, soñadores!


Ahora sí que se puede decir con todas las de la ley, ¡El frío ha llegado! 


Sé que la semana pasada he estado bastante desaparecida, pero es que como muchos ya sabéis estoy en mi último año, y la verdad es que hay semanas que me cunde mucho y otras que es una locura total, y sólo me da tiempo a pasarme los justo, por lo que perdonad…


Bueno hoy es día de reseña, y tenía muchas ganas, en esta ocasión quiero abriros una puertecita al misterio y lo paranormal, pero de una manera muy peculiar…





Amelia Gray tiene veintisiete años y desde los quince puede ver fantasmas. Heredó el don (o maldición) de su padre, y también a través de él supo las reglas que todo médium debe respetar para poder serlo y llevar una vida tranquila. Pero un asesinato en uno de los cementerios en los que está trabajando la pone en contacto con un detective acechado. Y hay algo que la empuja a estar cerca de él, a pesar del peligro al que casi de inmediato se ve sometida. Los fantasmas del detective empezarán a amenazarla, pero ella no puede evitar sentirse muy atraída por él, lo que la pone en una disyuntiva extrema: elegir entre sus sentimientos y su seguridad.









Opinión personal:




Este libro es el primero de la saga La Reina del Cementerio, he de decir que lo descubrí gracias a una chica del twitter, la cual hablaba maravillas de él, y como no tenía nada que hacer y ningún libro me llamaba la atención, me animé a ello, y la verdad es que sorprendió de una manera que hacía mucho que no me pasaba, harta de novelas todas iguales, ésta fue un soplo de aire fresco, o más bien, un soplo tenebroso.





La trama como podéis ver es muy atrayente, junto con esa portada tan tenebrosa, el misterio está servido, pero eso sí, no es apta para miedosos, ya que en algunas ocasiones los pelos se os pondrá de punta… pero empecemos conociendo a la protagonista.


Nuestra protagonista es Amelia, una mujer con un don muy especial, pero como todo don tiene unas consecuencias, en su caso tiene un enorme prospecto de contraindicaciones, que durante toda la novela como lectores tendremos que tener muy en cuenta. Amelia tiene el trabajo más curioso del mundo, o por lo menos en mi caso no había leído jamás sobre él, y es que Amelia se dedica a restaurar cementerios, de los cuales ni todos son lo que parece, ni todos se encuentran en silencio. Ya con esta serie de factores os podéis imaginar que la vida de nuestra protagonista es bastante solitaria, y es que incluso los vivos pueden en ocasiones dañarla, y voy más allá de cualquier sentimiento, que de esos tendremos unos cuantos.


La trama comienza en cuanto ella recibe un encargo de restaurar uno de los más famosos cementerios, he aquí el momento en el que ella está haciendo su trabajo cuando sin esperarlo, encuentra algo para lo que no estaba preparada en un momento… alguien ha sido ha asesinado, a partir de aquí todo se precipitara, y no tardará en empezar a colaborar con un detective de lo más peculiar, John Devlin, quien es acechado por dos fantasmas, y que a todo él le envuelve un aura de misterio.


Siempre tenemos que tener en cuenta que Amelia juega en dos mundos, y que algunos de los personajes nos la va a jugar en este sentido, ya que no sólo se quedará en este primer libro, sino que encima le presenciaremos en sus continuaciones.




También aparecerán personajes secundarios, tanto vivos como muertos, los cuales ayudarán a Amelia y en otras ocasiones más que ayudar la consumirán, y os darán ganas de acabar con ellos.  Pero si tuviera que destacar alguno, no sería otro que el padre de nuestra protagonista, un hombre que trabaja en un cementerio, el cual es toda su vida, y quien será el pilar fundamental de Amelia en este mundo de vivos y muertos.


Es una novela que desde la primera página te cautiva, y creedme en cuanto empecéis la saga, los libros los iréis devorando con unas ganas extremas, porque la historia de Amelia no sólo es develada en el primer libro, sino como se diría vulgarmente para conocer a alguien hay que ir descubriéndole poco a poco, pues con nuestra Amelia es igual. También os diré que en ocasiones los pelos se os pondrá de punta, y es que la narración de la novela es tan real, que hubo momentos en mi caso que tuve que mirar por encima del hombro para ver si no se me aparecía nada, y es que a veces inteligente de mí me dio por leerlo por la noche, así que imaginaos…


Para las que os encante el romance, aspecto al que me uno, lo tendréis presente en toda la novela, pero no será el tema principal, y hacedme caso ni falta que os hará, porque de verdad el misterio del asesinato es tan complejo que uno llega a dudar hasta de los más allegados, y os tendrá cautivadas.



Desde aquí os digo que le deis una oportunidad a la Restauradora, por mi parte intentaré no demorarme en la reseña de su segunda parte…


¡Nos leemos, soñadores!




 
                                                                                           

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