Una chica con estilo

¡Buenos días, soñadores!

Martes fresquito, y en mi caso ya vuelta a otra vez a constiparme, si es que este tiempo es lo que trae, demasiado frío – calor.

Ayer noche subí en twitter una encuesta, y es que no os voy a mentir pero me apasiona, ¿Qué mejor método para saber que os parecen las cosas? Y es que al ser de manera tan anónimo la gente se moja más. Por lo que en este caso la utilidad que le di fue conocer qué tipo de reseña os apetecía hoy, y gano con un 70% de género romántico, pero no preocuparse y estad atentos porque para la siguiente creo que realizaré el mismo método.

Ahora entre todo lo romántico que he leído seleccioné…

Nueva York, 1921 

«Ray Donnelly supo que aquella sonrisa desobediente le traería problemas. Esa chica de Boston era de las que miran a los ojos y trituran las aceras a golpe de tacón».

Durante la primavera de 1921, Helen McKerrigan-Montero viaja a Nueva York para acompañar a su hermana Laura, a punto de dar a luz. Debido a una absurda confusión, se convierte en el objetivo de una banda de gángsters de los bajos fondos. Para su sorpresa, el responsable de su protección es alguien a quien no ha podido olvidar. El comisario Ray Donnelly asume el deber de proteger a Helen hasta ver entre rejas a quienes dispararon contra ella. Mientras resuelve el caso, debe alejarla del peligro de Manhattan, por lo que decide esconderla en la granja de sus padres en Germantown, hasta el día en que ambos deban declarar en el juicio. Allí, Helen, conocerá a una personita que le robará el corazón. Pero Helen no es una mujer dócil ni hogareña; es apasionada, rebelde, decidida, coqueta y posee una lengua demasiado afilada para Ray, que ya ha conocido a muchas mujeres sofisticadas y huye de ellas con desesperación. Sin embargo, cada día que pasa en su exasperante compañía, intuye que le será muy difícil decirle adiós.

Opinión personal:

Este tipo de libros me encanta, si ya me gustó su primera parte Delicias y Secretos en Manhattan, tenía claro que esta segunda parte no me iba a decepcionar, y totalmente me fié de mi instinto.

Para empezar soy muy fan de los años 20 y más si suceden en una ciudad como New York, y si a eso le sumamos líos en hoteles súper exclusivos tenemos una buena historia montada, y eso es lo que nos ofrece su autora, Olivia Ardey. Aparte de esta genial portada que tiene un doble sentido, que uno no descubre hasta que no avanza la historia, y es que no todo es lo que parece...

En esta segunda parte conocemos a la hermana mayor de Laura McKerrigan-Montero, Helen, es una mujer fuerte, decidida y que no se amínala por nada ni nadie, por lo que una mujer de esta calibre en los años 20 destaca por ello, y quizás esa es una de las cosas que más me gusta de los libros de Olivia Ardey, que crea mujeres fuertes de carácter y de espíritu. 

Pero en esta ocasión Helen no podrá hacerse cargo de la situación sola, ya que tras encontrar miles de dólares en una bolsa de juguetes, se espera lo peor, por lo que no duda en pedir ayuda a su cuñado, el magnífico Kenneth Callahan, y este a su vez a Ray, el comisario, quien se conoce a casi todos los gangsters de la ciudad.

Desde el momento en el que se encuentran ambos, Helen y Ray, sus mundos darán un giro de 360º y los desafíos estarán a la orden del día, que hará que muchas veces Helen complique el trabajo de este serio y estricto comisario.

Por lo que tras una decisión unánime, sin consultar a Helen, como no, la enviarán a GermanTown, un pequeño pueblo en donde viven los padres de Ray, y alguien muy especial para él. Desde el primer momento que Helen pisa esa rústica casa se le hará difícil adaptarse, y es que ella, una mujer de ciudad, poco hogareña y con una lengua muy afilada, no está hecha para entrar por el aro de unos hombres con una mentalidad muy cerrada.

Helen será ese soplo de aire fresco que le falta a ese pueblo, y conseguirá que poco a poco todos los miembros confíen en ella, sobretodo el más benjamín, del cual nacerá una relación que hará que se os enternezca el corazón, pero si algo está asegurado son las numerosas escenas que protagonizara nuestra Helen al intentar adaptarse, que en ocasiones no tendréis otro remedio que reíros de la situación.

Aún así jamás podéis olvidar que la amenaza sobre la cabeza de Helen sigue vigente, y el misterio a Ray comienza a dificultarse ya que muchas veces prefiere pasar tiempo con esa alocada mujer, que esconde más de un secreto y que como no, tiene el corazón roto. 

Por lo que todo os podéis imaginar muchas veces hay que volver a la realidad, y es que el momento en el que vuelven a pisar la ciudad toda se precipita… Mucha acción, traición, misterio y miedo, pero ahí tenemos siempre a nuestro rápido comisario.

Respecto al final, más o menos os podéis imaginar como acaba desde el principio del libro, pero en esta ocasión y creo que fue un detallazo por su autora, porque nos ofrece una ventana al futuro de todos los personajes que conformaron ambos libros, y la verdad es que… casi muero de amor al leerlo.

Como otras veces os he comentado, los personajes secundarios tendrán mucha importancia, es que ya se sabe que sin ellos las historias perderían fuelle, en esta ocasión aparecen muchos de los que teníamos constancia en la primera novela, por lo que es algo que me encantó, al menos sabíamos como seguían sus vidas.

 

En resumen ha sido un libro que me ha encantado, y para nada me ha defraudado, tiene de todo, pero sobretodo mucho humor y fuerza, y es que todo con esfuerzo se puede conseguir, esto último lo digo por ese benjamín, un personaje que cautivo por su sencillez y cariño.

Desde aquí soñadores, os animo a leer ambos libros, ¿Qué podéis leer este antes que el otro? Yo os aconsejaría que no, ya que muchos personajes y sobretodo algo muy gordo sea desvelado en esta segunda parte justo al principio.