¡Buenos días, soñadores!
Hoy me he levantado con ganas de debatir, no sé, por qué será…
¡Así que vayamos a ello!
Hace un par de días vengo planteándome una cuestión, no me he
atrevido hasta ahora, hasta que llegué a una conclusión… Últimamente son
numerosos los libros que se publican como Santos Griales, es decir, libros que
debemos tener sí o sí en nuestras estanterías, sin importar si al final lo
leemos o le damos el uso de servir de pesas, de sujetar cosas o incluso de
pisapapeles, entonces ¿realmente lo queríamos leer
o es por decir mira que chulo?
Nos bombardean con imágenes constantes de esos libros en cuestión,
llegando a ser soberanamente pesados, y poniéndonos a los lectores esa historia
por las nubes, para luego quizás no cumplir nuestras expectativas. Y es que la
publicidad que se encuentra a su alrededor hace de estos más de lo que podríamos
imaginar.
Soy la primera a la que le ha pasado y he comprado libros de
esta manera, por suerte, hoy por hoy, me lo pienso dos veces antes de hacerme
con ellos, investigo un poco. Pero sí, he caído en las redes de la publicidad.
Quizás los ejemplos que ponga a continuación pueden molestar e incluso que me lleguéis
a decir, “- Yo no me lo compré por eso, lo hice
porque quise.” No nos engañemos, nos sugestionaron, nos metieron en la cabeza
la idea de que eran unos libros maravillosos, con una tramas increíbles y
con unas ideas estupendas… ¿Y? Que luego no supusieron tanto, dichosa
publicidad.
Aún recuerdo el boom de Crepúsculo, y me estoy
remontando a mis años mozos, a la tierna edad de 15 – 16 años. ¿Quién era una
fan incondicional de esta saga? ¡Yo, yo! No es hasta hace poco que me di cuenta y pregunté a una
amiga, la típica frase de ¿Cómo nos podía gustar? Y sí, nos encantaba, íbamos
incluso a los estrenos de las películas, de los libros… todo esta obsesión por
esta saga no viene de otro sitio que de la publicidad y el bombardeo de información
que nos proporcionaron por todos lados. A día de hoy, mis ilusiones
crepusculianas han sido curadas, no veo de igual manera los libros e incluso
las películas, es como si no entendiera ya a Bella o a Edward, el crecer es lo
que tiene.
Pero tampoco tenemos que irnos muy lejos para volver a
revivir lo mismo, en mi caso esta vez esquive el confeti de marketing, pero
amigas mías no. Seguramente sabéis de que libros en cuestión os hablo ahora,
sí, sí, ese hombre de negocios al que le gusta la vainilla. ¡Menudo marketing recibió! ¿Era para tanto? Creo que no, pero hay gente que lo vivió de distinta
manera a la que lo hice yo. Para empezar fue como si jamás se hubieran
hechos libros de esta categoría, señores, ya existían no hacía falta que nos lo
metieran hasta por los ojos, hay miles de libros con tramas similares, así que
eso de novedad, novedad… como que no, pero se puede decir que si fue pionera en
abrir los ojos a otro tipo de género literario.
Aun así volvieron a hacer que necesitáramos esos libros, si
no los tenías, no estabas dentro del fenómeno, otros Santo Grial de la
literatura. Y estos son solo algunos ejemplos al respecto, pero podría decir:
Lo Juegos del Hambre, Divergente, Pídeme lo que quieras…
No quiero decir en ningún caso que no se compren, pero sí que
lo hagamos con un poco de cabeza y no porque
Fulanito, Menganito o Frutanito lo tenga, nos enseñe lo precioso que es, sino
porque realmente su trama nos gusta, nos interesa, buscamos un nuevo género,
buscamos del mismo, da igual el caso es que la decisión de hacernos con
ellos sea solamente nuestra y no fruto del marketing.
En mi caso soy muy fan de los Highlanders, y aunque las tramas
sean similares y algunas otras iguales, a mí me gustan, me entretienen y las
leo y releo porque me apasionan, no por un fenómeno o porque por su publicidad
han hecho que llegue a desearlo. Seamos un poco
exigentes con lo que compramos, tomemos nuestras propias decisiones y no
compremos por comprar, porque hoy en día en la sociedad consumista en la
que nos encontramos si no somos capaces de decidir con cabeza compraremos cosas
que no necesitamos, que al pasar el tiempo nos arrepintamos de haberlo hecho.
Ante todo y antes de acabar, quiero decir que esto es
solamente mi humilde opinión y que estaré encanta de conocer las vuestras al
respecto, pues conociendo más de los otros, podemos conocer diferentes
visiones.
¡Interesante entrada! Personalmente agradezco mucho poder leer las primeras páginas de una novela. Creo que dan mucha información sobre lo que una va a encontrarse dentro. ¡Besos!
ResponderEliminarMuchas gracias. Y estoy totalmente de acuerdo contigo, el poder leer las primeras páginas nos da una idea de que esperarnos. ¡Besos!
EliminarHola Aileen!
ResponderEliminarme ha parecido muy interesante este debate, la verdad que yo también era fan incondicional de Crepúsculo (aunque nunca en la vida superará para mi a Harry Potter), aunque tengo que decir que yo leí hasta eclipse, antes de que saliera la primera película, aunque tampoco soy de las que va a desmerecer estos libros, aunque me siguen gustando personalmente y los releí en su época unas cuantas veces, ahora es verdad que no los veo de la misma manera; lo que yo suelo hacer ahora es leerlos en formato digital y si el libro me apasiona y me ha gustado mucho y sé que los voy a releer (aunque lo suelo hacer con todos), me lo compro en papel si o sí, pero desde luego es un debate que tiene chicha.
Besos!
¡Hola! Obvio, a Harry pocos son los que superan ;). Son muchas las maneras para saber si un libro nos va a gustar o no, y creo que tu método es muy bueno, o como comentaba Norma leer al menos las primeras páginas para comprobar si es lo que buscamos o lo que nos apetece leer y no basar nuestras decisiones en la opinión de otro.
EliminarBesos!