Buenas tardes soñadores,
Ya estoy de vuelta un martes más con una nueva reseña. Esta vez me he metido de lleno en un rancho y es que últimamente no sé como lo hago, pero por h o por b el destino los pone en mi camino y bueno… yo no voy a decirle que no, simplemente os digo que a este paso creo que seré capaz de montar el mío propio. Pero que me desvío, vayamos a lo que os interesa que para eso estáis aquí.
Le llamaban Bronco es lo nuevo autopublicado por la autora Laura Sanz, libro que vio la luz el pasado agosto y que podéis conseguir desde la página de Amazon sin problema ninguno. Tengo que decir que ¡Cómo no había descubierto antes a esta autora! No había leído nada de ella antes y la verdad es que me ha sorprendido.
La sinopsis de por sí genera cierta expectación, lo que hace que como lectores nos pique el gusanillo. Primero por la época que nos presenta, Texas en 1868, tiempos difíciles que ya nos plantea ciertos temas de controversia como es la lucha de clases sociales e incluso el propio desprecio de los americanos por aquellos que no son como ellos. Después nos encontraremos un romance totalmente imposible, demasiadas diferencias entre nuestros protagonistas, pues un abismo les separa, cultural y socialmente. Y por ultimo, el drama que viviremos desde el minuto uno.
Nuestro protagonista es Gabriel Salas o Bronco para los amigos, un mexicano que ha perdido todo cuanto quería de la manera más desafortunada posible. Junto a él y como su mayor apoyo estará su hermano Rico. Ambos dispuestos a cumplir una promesa venganza que les dará más de un dolor de cabeza.
En el momento en que Gabriel comenzó a trabajar en Las Claritas nada le preparó para lo que se le vendría encima y es que la vuelta de la hermana mayor del patrón, Rose Randolph, es una mujer que guarda demasiado bien las apariencias pues no está dispuesta a volver a sufrir.
Me ha gustado mucho el personaje de Rose, ajustado a la época, al pensamiento que debía tener las mujeres de entonces con ese toque de rebeldía encubierta que irá dejando ver poco a poco. Toda una vida controlada por hombre hará que Rose se replantee muchas cosas, entre ellas que no hay nada más importante que el amor y no una simple barrera de clases sociales.
Durante toda la novela iremos viendo como se va fraguando ese amor, como ambos se debaten por aceptar sus sentimientos y luchas por ese imposible. Aunque no todo será la trama de nuestros protagonistas pues entre ella se irá entremezclando otras, como la venganza que quiere llevar a cabo los hermanos Salas, el futuro matrimonio de Rose con el patrón del rancho vecino e incluso las propias disputas que tendrá que confrontar nuestra protagonista con su familia.
Si ha habido momentos dramáticos todos se verán eclipsados con el final, que ya os adelanto que de total infarto. La tensión será palpable tanto por los protagonistas como por todo el elenco de personajes secundarios que los acompañan. Hubo un instante en el que pensé que de verdad todo iba a acabar como el rosario de la aurora, pero… Laura Sanz no podía dejarnos con mal sabor de boca después del sufrimiento ¿no?
En sí la novela me ha encantado, pero si que quiero destacar un aspecto de la narración de su autora y es que ha sido fluida, con las descripciones pertinentes para hacernos una idea de lo que veían los personajes y todo ello con una ambientación que no deja lugar a dudas de que se ha documentado sobre la época, dejándonos disfrutar de las expresiones típicas de antaño así como las propias de la familia Sala.
Ahora, desde aquí hago un llamamiento a Laura Sanz de que por favor, necesito saber más sobre Rico Salas y su historia, porque de verdad que es un personaje que creo que tiene muchas ganas de contarnos sus vivencias.
Le llamaban Bronco ha sido una novela entretenida, que se lee sin darse uno cuenta y sobre todo que son de esas historias que tienen de todo para luego dejarnos un buen sabor de boca.