Violet y Finch

¡Buenos noche, soñadores!

Ahora sí, vuelvo con todos vosotros, menos estresada y alocada, llena de energía tras un día en la montaña y la verdad es que ahora todo se ve de distinta manera. Espero que la estabilidad se mantenga, pudiendo estar todos las semanas con vosotros.

En esta ocasión y siendo martes sabes lo que toca ¿no? Hoy me gustaría hablaros sobre un libro, que aun habiendo pasado ya tiempo, no consigo desprenderme de él, supongo que a todos nos ha pasado alguna vez.

Autor/a: Jennifer Niven

Editorial: Destino

Género: Juvenil Romántica

Precio: 14.95€ / versión digital 6.99€

Sinopsis:

Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.

Opinión personal:

Es un libro que de por sí tenía muchas ganas de leer y reseña que veía, reseña que hablaba bien de él, hasta que al final no pude más y tuvo que ser mío. La temática que se trata es real, un problema que suele pasar a gran cantidad de adolescentes, y quizás camuflado en una novela pude ser conocido por más gente, así como el llegar al público del que es realmente protagonista.

Cuando lo empecé no sé porque no me esperaba todo lo que encontré, fue tal cantidad de emociones, sentimientos y hechos que dejan a uno tocado cuando lo termina… pero eso será algo de lo que hablaremos más tarde.

De primeras, viviremos esta novela desde dos perspectivas, Violet y Finch, ambos totalmente diferentes, pero con un punto en común que cambiará sus vidas y no habrá marcha atrás. Finch es un joven con numerosos problemas en el instituto, es el freak del que todos se ríen, por ser el raro, por ser lo no cotidiano, como el placer de poder cambiar cada día para ser una persona distinta y ¿es que quien no lo ha soñado alguna vez? Aunque en otras ocasiones, nuestro protagonista tendrá más de un pensamiento que le lleve a situaciones funestas. En la travesía de ese instituto insoportable se encontrará con Violet, todo lo contrario a él, una chica popular, autora de un blog con gran capacidad mediática, con un novio perfecto y una vida perfecta, hasta que un fatídico día, tras un accidente de coche perderá a una de las personas que más le importa en su vida. Unidos ambos por la casualidad del destino, nos enseñarán a sobrevivir y es que eso es esta novela, una carrera a favor de la supervivencia que calará tan hondo que luego difícil será el desprenderse de ella.

En esta carrera habrá tiempo para conocerlos e incluso para visitar Indiana, un viaje que hará que este marcado de momentos inolvidables, de recuerdos y pistas que irán dejando sobre sus vivencias. Ambos irán descubriendo que esas marcas que tienen en su piel y en su memoria, no cicatrizan con facilidad y que solo el tiempo podría hacer algo para desteñirlas.

El peso de toda esta historia recae en ambos protagonistas y es que su autora, Jennifer Niven, nos trae a un chico perdido del que no sabemos si regresará de su pequeño universo y una chica que está a punto de perderse con él. Los temas que se tocan a lo largo de la novela son tan profundos, que la forma que ha tenido de relatarlos ha sido tan, tan buena que no os violentará en ningún momento. Temas como el bullying, el maltrato, los problemas familiares… y sobre todo la desesperanza producida por una enfermedad como es la bipolaridad, traerán a colocación situaciones que harán que queráis gritar ¡Para! ¡Para! ¡Para! Y es aunque la ayuda que se presta está ahí, a veces no es suficiente, para personas en las que su vida depende de un ¿Quién quiero ser hoy? Todo es poco y tan solo un tras pies pueden precipitar una caída de la que quizás no se puedan levantar.

Los personajes secundarios que rodearán a Violet y Finch tendrán un gran peso, profundizando en ocasiones en la personalidad de los protagonistas, pero también tendrán o podremos al menos vislumbrar como son sus vidas y la relación que les ata a ellos. Ya os digo que alguna os escamara y otras os sorprenderán.

Y respecto al final, poco quiero decir, solo os diré que la desesperación que sufrí y el desenlace… no me lo creí, quizás porque esperaba lo típico de una novela romántica de adolescentes y me encontré con mucho más. 

Adoro que novelas de este tipo me sigan enseñando, porque el mensaje que deja al final su autora es digno de leer y volver a leer. Y es que como diría Finch, puede ser que los días perfectos no existan, pero ¿por qué no buscarlos?