¿Real? Real: Halloween

¡Buenas noches, soñadores!

Hoy en vez de tener una nueva reseña, os traigo la entrada conjunta de la iniciativa en la que llevó ya dos meses ¿Real? Real. En esta ocasión la he realizado con Andrea del blog Lluvia de Libros. Para este mes la temática no podía ser otra que Halloween y para ello, mi compi y yo hemos decidido hacer una historia corta, un thiller que os pondrá los pelos de punta, o eso esperamos.

La primera parte la encontraréis aquí y la segunda solo pinchando en la flecha del final o acá. 

Una víctima de la línea ley

28 de octubre de 2015

Parece mentira que volvamos otra vez a las mismas historias, es increíble que mi madre me repita una y otra vez que la idea de mudarnos a otro sitio sea la mejor opción. Yo no lo veo como la mejor opción, al contrario, eso haría que mi estabilidad emocional cambiara, que todo lo que había conseguido lo echara por la borda. Me niego. Y menos sabiendo que el 31 de octubre, ¡EL GRAN DÍA! Está por llegar, absurdo. ¿Por qué nadie me entiende? ¿Por qué todo el mundo, mi madre, no le da el valor que tiene?

Necesito ir a dar un paseo.

28 de octubre de 2015. 00.10h.

Me ha venido bien, se nota que ya está haciendo frio y que el tiempo cambia, pero eso no dificultará que se celebre lo que se tiene que celebrar. ¡Estoy deseándolo!

Hace un rato me he encontrado con Anne, una compañera del instituto, me ha mirado algo raro, pero en el fondo sé que me ha sonreído, que se ha alegrado de verme. Lo siento en mi interior y me lo afirma mi cabeza. Podríais pensar que soy el típico chico raro, pero os puedo asegurar que no, me adapto muy bien a las circunstancias, a los cambios, a todo en general y si tengo que hacer algo, lo hago, no importa a quien tenga que pisar. Esa es mi ley.

He mirado mi disfraz para ese día y creo que será perfecto, lo sé. Sé que les encantará a todos y seré la envidia de quien me vea. Incluso Anne se que no dudará en entablar conversación conmigo, como llevamos haciendo en mi mente desde que la conocí. Y es que es guapa, simpática, amable y todo lo que la perfecta chica debe tener.

Tengo que irme a la cama.

29 de octubre de 2015

Hoy ha sido horrible. Ha vuelto a llover. Lo odio, esto podría estropear el día grande. No consentiré que el tiempo se ante ponga a mis deseos. Ya hemos hablado de que todo está listo y preparado, será un acontecimiento único, seguramente no se haya hecho esto en años, que digo siglos. Y seré yo quien se lleve todos los galardones.  

Estoy viendo el disfraz de nuevo. Me han dicho que será genial para lo que tenemos que hacer. Eso hace que me ponga muy nervioso y no pueda evitar salir fuera a correr, a saltar… A mil cosas, la sangre me bombea tan rápido, que mi cerebro deja de carburar y miles imágenes me vienen a mi cabeza, miles de imágenes que ya he estudiado para el DÍA. Será lo más grande que haya visto esta ciudad, saldré en los periódicos y seguramente hasta en el telediario. ¡Seré famoso! Y entonces nadie me prohibiera irme de aquí.

He estado también mirando por la ventana con mi telescopio, he creído conveniente sacarlo para ver la calle, comprobar que me depara el día. Y de momento, me ha gustado lo que he visto.

Mamá ha vuelto a traer comida china, estoy harto, es repugnante, esos fideos me recuerdan a enormes gusanos y el arroz tan blanco y tan pequeño a uñas de los pies. ¡Qué asco! Se lo he dicho miles de veces, pero no habrá la mil una. No. Me niego. Ya me han comentado como atajar esta situación y creo que va siendo hora de hacerles caso.

He bajado al salón y le he dicho lo que pensaba de su asquerosa comida para llevar, me ha gritado y me ha mandado a mi cuarto, yo he tirado un montón de cosas y sé que la he dañado. Lo sé. Lo sé aquí dentro, en mi cabeza. Mañana recogeré el estropicio, sé que es un castigo merecible y seguramente tarde bastante en dejarlo impoluto como a ella le gustaría.

30 de octubre de 2015

Hoy me he levantado más pronto de lo normal, no podía dormir, seguramente por el destrozo que dejé ayer en salón. Lo he recogido todo, aunque había algunas manchas que eran difíciles de limpiar. Son como las del kétchup que cae en una camiseta blanca, a veces sale después de muchas lavadas y otras es para tirar. En este caso, esta casa y en especial ese salón serían para tirar. 

Al final ya he puesto en mi reloj digital la cuenta atrás para esta noche, solo quedan horas y no cabo en mí de gozo. Mis amigos han dicho que será impresionante, que es normal que este tan nervioso, pero que tengo que dar lo mejor de mí, que en el instituto después de esta noche seré reconocido como una eminencia, como el gran, el único y el inigualable. He vuelto a ponerme tan nervioso que he tenido que ponerme a pintar mis obras, pues hoy no quería salir a correr, no quiero que me vea Anne hasta esta noche.

31 de octubre de 2015 a las 00.00h.

¡ESTOY LISTO! En dos segundos tengo puesto mi disfraz ¿Me reconocerán? Creo que no, pero esa es la idea ¡SER LA SENSACIÓN! Mis amigos han venido a casa para que desde aquí salgamos todos juntos hacia la misión, como hemos querido llamarlo. Antes de irme me paso por el salón y veo que mi madre sigue con los ojos cerrados. Parece que desde nuestra última discusión está muy cansada. La toque y vi que estaba algo frio por lo que no dudé en taparla con la manta gruesa que me solía poner ella cuando era pequeño. La di un beso, y salí con mis amigos a aterrorizar al barrio.

Me encanta mi barrio, solo los que realmente sentimos Halloween hemos salidos, los demás seguramente esperaran hasta que sea media tarde. Cobardes. 

Los tres juntos llegamos al instituto, en donde habían quedado los más populares, entre los que me incluía y en donde se iba a llevar la primera celebración del día grande, el día en el que todo cambiaría. Mis nervios me traicionaron, pero mis amigos no dejaron que entrara en shock, no podían permitirlo, hoy no. 

Cuando llegamos vi que todo estaba decorado, esta reunión estaba siendo ilegal a ojos de todos los padres, profesores y demás docentes. Era la primera vez que venía a una fiesta de estas dimensiones y estaba entusiasmado. Me acerqué a la mesa de las bebidas y no dude en echar mi brebaje, lo habíamos estado preparando mis amigos y yo durante los días previos. Les iba a encantar. Entonces fue cuando vi a Anne, me acerque a ella y ella me miro, lo sabía, nos entendíamos y solo había una manera de que fuera así por siempre. Sin que nadie me viera, pues algunos ya comenzaban a ir borrachos ¡Nuestra bebida que era única! 

 << Es la hora >>

<< Toda tuya, todos nuestros >>

<< Celebremos >>

Y no supe muy bien como fue, quizás fue por los ánimos de mis amigos, pero lo siguiente que recuerdo fue el acunar el cuerpo de Anne, parecía que tenía frío y le habían salido dos horrorosas marcas en el cuello. Algún desalmado se habría aprovechado de ella ¡Como podía ser! ¡Si estaba yo a su lado!

<< Lo han hecho, han sido ellos >>

Busqué quien podía haber sido, pero la mayoría ya estaban desplomados en el suelo. Aunque esto no se quedaría así, acabaría y llevaría ante la ley al que le había hecho eso a Anne.

Y fue así como comencé mi vida de justiciero.

Continuará...

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