Buenas tardes soñadores,
Hoy os traigo una nueva reseña y es que las navidades han dado mucho de sí, he podido aprovechar estos días de vacaciones para sumergirme en nuevas lecturas y ponerme al día con otras que tenía atrasadas, que por tiempo me había sido imposible comenzarlas.
En este caso mi primera elección no fue otra que una novela romántica, para ser más específicos, la primera parte de una historia que ha acabado cautivándome de principio a fin. Os invito a que me acompañéis a conocer a un sueco de lo más intransigente y a una mujer dispuesta a no ponerle las cosas fáciles.
Maldito síndrome de Estocolmo es la primera novela de Carmen Sereno publicada bajo el sello Chic en el mes de octubre del 2018. Actualmente nos encontramos a la espera de su segunda parte, por los que aquellos que seáis fans de no empezar una historia hasta tener ambas partes, os aconsejo que esperéis un poco o el ansia puede acabar con vosotros, aunque sí deciros que su publicación se espera para este año. Aunque por ahora metámonos en lo que nos interesa, en por qué me gustaría que le dierais una oportunidad a esta novela.
Desde el principio viviremos esta historia desde la perspectiva de Ana Luna, nuestra protagonista, quien empezará a trabajar en Farmacéuticas Grau y se encargará de llevar de manera exhaustiva las estrategias marcadas por la propia empresa, durante su recorrido en esta farmacéutica acabará descubriendo y destapando información que podría comprometer a la empresa, haciendo que ella misma se plantee en donde está trabajando. Dentro de este mundo empresarial, Ana tendrá el “gusto” (guiño, guiño) de trabajar para Eric Grau, un hombre rígido, estricto y poco flexible, que parece no poder relajarse en ningún aspecto de sus vida y que no entiende muy bien si Ana Luna trabaja para hacer su trabajo o en su defecto para sacarle de quicio día sí y día también. La tensión se palpa en el ambiente desde el minuto cero.
Ambos intentarán llevar su relación de la mejor manera posible, pero es que Ana es mucha Ana y para qué engañarnos a Eric le encanta que a su vida le echen un poco sabooooor (muy a lo master chef). Ese tira y afloja nos hará vivir momentos divertidos, otros desesperantes e incluso algunos en lo que se nos encogerá el corazón por la forma en la que se precipitarán acontecimientos.
A pesar de que quizás el romance surge demasiado rápido, creo que es ahí en donde reside la esencia de la novela, ese síndrome de estocolmo que hará que ambos se atraigan y es que como dicen por ahí, al final los polos opuestos.... Sí tengo que decir que en algunas escenas me hubiera gustado que sucedieran algo más despacio, pudiendo disfrutar aún más el momento y que a muchos secretos que ambos esconden y que parecen no querer desvelarnos, aunque si uno lee entre líneas se puede imaginar ciertas cosas.
Creo que otro punto muy a favor de esta novela son los personajes secundarios, quienes darán vidilla y a su vez liaran las cosas de tal manera que precipitarán un final nada esperado y es ahí cuando uno no podrá evitar decir ¡NECESITO LA CONTINUACIÓN!
Maldito síndrome de Estocolmo es una novela romántica, con el tópico de jefe - empleada, pero con un final inesperado que hará que como lectores la historia se nos haga adictiva.