Buenas tardes, soñadores
Hoy os traigo una nueva reseña que he estado retrasando demasiado, así que ya era hora de ponerse delante del ordenador para darle a las teclas y comentaros lo que parecido.
Era una segunda parte muy esperada y tanto fue que a veces uno puede pensar que puede defraudarte debido a las altas expectativas, pero que os voy a decir, las cumplió más que de sobra, pues era lo que esperaba, una colisión que hiciera saltar chispas.
Hoy os traigo una nueva reseña que he estado retrasando demasiado, así que ya era hora de ponerse delante del ordenador para darle a las teclas y comentaros lo que parecido.
Era una segunda parte muy esperada y tanto fue que a veces uno puede pensar que puede defraudarte debido a las altas expectativas, pero que os voy a decir, las cumplió más que de sobra, pues era lo que esperaba, una colisión que hiciera saltar chispas.
Todas las benditas decisiones es el final de la biología de May Boeken, la continuación de la historia de Gary y Beck, que después de ese final tan apoteósico todo está patas arriba. Caminos separados, una ruptura que traerá de cabeza a todos sus allegados y a los que van entrando en su vida de una manera silenciosa, pero que pretenden quedarse hasta el final.
Beck se ha trasladado a Alemania junto con su hermano y su cuñada, dispuesta a pasar página o al menos a no intentar que los recuerdos de Gary se le vengan encima como una auténtica avalancha. Una decisión que a pesar de ser por una parte lógica, por otra ha sido lo más cobarde que la he visto hacer a nuestra protagonista, ¿no os hubierais plantado delante de Gary a pedirle ciertas explicaciones? Recluida en Alemania encontramos a una Beck embotada en un pasar de días sin sentido hasta que conoce su nuevo vecino, Daniel, quien arrastra también un pasado algo complicado y que esta más que dispuesto a complicarse aun más con Beck.
De vistas se veía que esto no iba a cuajar, en cada uno de las páginas Beck no olvida a Gary, es una autodestructora en potencia que ya no escucha a nadie e intenta autoconvencerse de lo que cree que es “mejor”, e incluso cuando en un momento todo se tuerce nuevamente, y con un giro de destino las cartas se ponen boca arriba, de verdad que ha sido una auténtica tortura no poder zarandearla y hacerle ver lo que como lectores estamos viviendo.
Menos mal que al final reacciona casi a golpes, pero lo consigue y es ahí cuando se da cuenta que es hora de romper la burbuja alemana y luchar por lo que siempre ha estado delante de sus narices. A partir de aquí viviremos momentos intensos en donde veremos como Beck va cambiando, es la hora de ganar una confianza perdida y solo se consigue de una manera, haciendo las mayores locuras esperadas.
A pesar de ser una novela romántica previsible, es totalmente adictiva, quizás es por la pluma de autora que nos hace vivir las cosas de tal manera que es como si fuéramos los protagonistas, mirando a través de los ojos de estos y comprobar el por qué de esas malditas decisiones tomadas con anterioridad.
Ha sido el colofón final para la biología, dos libros de los cuales tengo que decir que me ha dejado el cerebro del revés, con giros argumentales y personajes intensos a la par que divertidos, en donde la música es un pilar fundamental, porque a veces no hay nada mejor para expresar una cosa que una buena canción ¿no?